Había pasado la noche bajo las estrellas. Aunque siempre lo hacia. Me levanté rápidamente y eso me provocó un dolor de cabeza. Viento estaba echado, a mi lado. Él también se levantó.
-Bien, volvamos a casa..-murmuré, y me subí al caballo. Recorrí a todo galope lo que faltaba para llegar a Sioux.