Casa de Laia Bunt

Estoy sola en casa, ya que mis padres de han ido durante un par de semanas.
Me aburro demasiado y me siento delante del piano, empiezo a tocar una de las muchísimas partituras.
Hacía mucho que no tocaba y me dejé embargar por el sonido de la música.
El tiempo se me pasaba rápido al tocar, pero acabé aburriéndome.
Fui hasta mi habitación, me vestí y salí de casa.

Llegué a casa y cerré la puerta.
La cabeza me dolía demasiado.
Entré en mi habitación y me tumbé en la cama, me quedé dormida al instante.

Llegué a casa de Laia, esperaba que estuviera en casa, tenía ganas de hablar, llamé a la puerta.

Escuché la puerta y fui a abrir.
Sheere-dije con alegría -¿Que te trae por aquí? ¿Quieres pasar o vamos a algún sitio?.

-Hola Laia-saludé con una sonrisa.-Vamos a alguna parte, en tu casa ya estoy muchas veces.

La noto un poco rara, le habrá pasado algo?, me pregunto.
Y a dónde vamos - le pregunto - ¿Te parece bien hasta las afueras?

-Chiiiii-salimos de la casa hacia las afueras.

Llegamos a casa y Sheere entró, yo entré tras ella.
Subi las escaleras e hice un gesto a Sheere para que me siguiera.
Me paré al lado de una puerta y la abrí.
-A partir de ahora, esta será tu habitación, te gusta?.
Que olor a cerrado mas horrible, me dije interiormente.
Me acerqué a la ventana y a abrí.
-Bueno, tiene un poco de polvo, pero limpiándola será suficiente.

Supuse que sería la habitación de su hermano. Sonreí.
-Es muy bonita, y si la limpiamos será muy acojedora.-nos pusímos a pintar y a limpiar.

Terminamos de hacerlo todo y nos sentamos en el suelo.
-Mi habitación está al fondo del pasillo, al lado está la de mis padres y el baño y enfrente pues... la que fue la habitación de mi hermano- suspiré-Abajo pues, lo que ya viste al entrar, espero que te sientas como en tu casa
Le sonreí.

-Muchas gracias-repetí con una sonrisa-Damos una vuelta?

-Si claro, a dónde quieres ir?

-No sé...-me quedé pensativa-sorpréndeme!

-Vamos a ver... me habías dicho que no tenías nada no? Pues... y si vamos a comprar?- pregunté con una sonrisa.

-Vaalee!
Salimos las dos de casa hacia la tienda

-En casa de nuevo- dije en un murmullo.
Ayudé a Sheere a colocar las cosas que faltaban en su cuarto.
Ella se quedó alli y yo bajé al salón.
Me senté al lado del piano y comencé a tocar.

Me quedé dormida escuchando la melodía que tocaba Laia. Hacía tiempo que no dormía en una cama.